¿Cómo viaja un cuerpo de mujer?
Una exploración teatral sobre cuerpos que generan tensión con el ideal de belleza. "Cómo, desde el cuerpo, hay batallas socialmente instaladas que se expresan a través de la fisicalidad y de los diseños corporales".
Una exploración teatral sobre cuerpos que generan tensión con el ideal de belleza. "Cómo, desde el cuerpo, hay batallas socialmente instaladas que se expresan a través de la fisicalidad y de los diseños corporales".
La gente no se traga que todo lo que enseña el porno sea real. Pero sigue siendo un horizonte y consigue vender la rentabilidad del coito como destino mítico del sexo, como utopía realizable.
Más allá de las costumbres regionales y de los cambios de paradigma en la historia de las representaciones del sexo, los tabúes y los tótems siguen ahí, influyendo en los intercambios sexuales de todo tipo.
Hay peligros que provienen de mentalidades en cuyo fondo la cultura patriarcal pervive, prospera y manda.
Mientras para los hombres puede ser una moda la depilación facial o corporal, para las mujeres es un mandato. Y comienza temprano.
Las narrativas que cuentan y representan los procesos de elaboración y emplazamiento del yo, centradas concretamente en el binomio cuerpo/género, son siempre, en primera instancia, espectáculos privados.
Estábamos en una clase de francés, habíamos terminado un examen, salimos a la calle y nos acercamos a una cafetería en busca de café. La vi beber despacio, luchando con una servilleta contra los restos de un afeitado sin descañonar.
Un cuerpo cuyo género se fluidifica admite representaciones variadas que ganan su propio espacio-tiempo. Rompe con el binarismo hombre masculino/mujer femenina y descree de esas nociones en favor de una identidad sin pautas patriarcales.
Cuclillas, lavados, calendario, lactancia… ninguno previene el embarazo. Y quizá el rey de los métodos seudoanticonceptivos sea el coitus interruptus, con practicantes y convencidos de todas las edades.