Voz, estilo y narración de Melissa Blanco
Hace poco más de un año se convirtió en la primera mujer dedicada a narrar béisbol de Series Nacionales en Cuba. Lo mismo ocurrió con el boxeo. «Me estoy entrenando en ambos deportes».
Hace poco más de un año se convirtió en la primera mujer dedicada a narrar béisbol de Series Nacionales en Cuba. Lo mismo ocurrió con el boxeo. «Me estoy entrenando en ambos deportes».
La antropóloga cubano-americana Ruth Behar conversa sobre sus dos novelas: Lucky broken girl (2017), y Letters from Cuba (2020): la primera es autobiográfica; la segunda, sobre su abuela materna. Dos mujeres, dos edades, dos nacionalidades, dos épocas, migraciones y aprendizajes de vida.
Daymé lleva las prisas buenas de la vida, las que susurran improvisaciones virtuosas que luego huyen por su garganta. El escenario contemporáneo del arte en Cuba no puede prescindir de esta mujer. Primero por su música, que es valiente como ella.
Jennifer Rodríguez estaba nerviosa como nunca antes porque Estados Unidos es un país de oportunidades misteriosas y ella vio en esa invitación el espacio para insertarse como una artista inmigrante recién llegada al «cementerio de los artistas».
Si no hubiera sido por la pandemia que retrasó Tokio 2020, Anisley, a sus 18 años y una vez superados los preolímpicos, quizás habría cumplido el deseo de ir a unas Olimpiadas y luego tatuarse los cinco aros para recordar el hito.
Silvia Oramas dice que su trabajo “es visualizar conflictos que se dan en la sociedad chilena, algo que en Cuba no se hace jamás. En la isla no existen las preguntas incómodas. No se pueden hacer”.
Yuliet Pérez Calaña o Yuliet PC o la Yuli de Cuba, tres caras de una mujer periodista, comunicadora, que con un gesto de humor y erotismo salpimenta sus textos, selfies, memes, de un feminismo ácrata, que no milita, pero pone contra las cuerdas algunos de los tópicos más rancios del patriarcado.
De cómo esta mujer joven cubana llegó a tener una galería, cómo fue su reencuentro con Cuba, qué trabajos ha tenido y cómo las políticas cubanas de gestión cultural han marcado su trabajo.
La independencia económica, el aumento de los ingresos, la capacidad para seleccionar la labor adecuada o deseada; y el trabajo en equipo — con colegas o con la familia— constituyen las principales motivaciones de las cubanas que se han decidido por el trabajo por cuentapropia (TCP).