📆 Día 1
Este es mi abu Juanito. Tengo otro que se llama Jeff y a ese le digo abuelo. Abu Juanito se puso ese nombre él solo antes de que yo supiera hablar. Venía a la casa a la hora de la comida y me traía pan, que me gusta mucho. Lo compartía conmigo para que mis dos mamás pudieran sentarse juntas a comer y conversar. Ahora que soy más grande nos sentamos los cuatro a la mesa y Abu me sigue trayendo pan, y me deja jugar con su gorra. Me monta sobre un vagón de tren de madera que tengo y me lleva por toda la casa, wiiii. Mi abu vive muy cerca y todos los días viene a visitarme. Al llegar siempre lo llevo al baño a que se lave las manos y la cara y enseguida nos ponemos a jugar, escuchamos música en el tocadiscos o me lee un cuento. A mi abu le gustan las pelotas, el pan y la salsa, ¡como a mí! Y todo eso y más lo compartimos juntos, y también con mis mamis. Somos una familia.
📆 Día 2
Mis abuelos nos llaman casi todos los días. Abuela y abuelo me enseñan canciones que luego practico con mis dos mamás. Con esto del cobicho ese, no han podido venir a verme hace meses. Ese mismo cobicho ha hecho que tengamos en casa un sistema: mamá sale en bicicleta a recorrer tiendas y agros para traer la comida y mami suele preparar y acomodar todo. Sé que mamá recorre muchos lugares para encontrarme mamey y tomate, dos de las cosas que más me gustan, porque a veces demora en volver. Ahí la ven, acababa de llegar… ¡cansada! Luego de un ratico cuando mis abuelos colgaron, mami y yo le enseñamos las canciones nuevas y yo ayudo a mami a colocar la comida en el viandero. Más tarde nos vamos a cocinar. A lo mejor viene abuelo a comer en familia.
📆 Día 3
Esto de comer solo es divertido. Formo tremendos regueros con el arroz porque a veces me quiero llevar la cuchara a la boca, pero siempre hay algunos granitos caprichosos que se me caen. Mi mami pone cara de: « Ohhhhh, you can do it, yoooou can do it» y mi mamá pone cara de: «Ay, por tu madre que no se le caiga que después es el reguero». Pero no pasa nada, luego barremos y ya; yo estoy aprendiendo. A veces comemos los tres juntos, si es que les dejo algo.
Ahora que soy más grande y sé coger mejor la cuchara y hasta el tenedor, no se me cae nada 💪🏾. Hay días que me he tomado la leche con cuchara y entonces mami pone cara de 🤭 y mamá de 😒, pero luego los tres nos ponemos así 🤣 porque ese momento no es para estar enojados sino para hacernos compañía y yo de paso comerme la comida del plato de mis mamás.
Ese día el almuerzo fue: arroz blanco, chícharos, tomate y huevito frito. 😋
📆 Día 4
¿Ustedes algunas vez han corrido rápido gritando cualquier cosa? 🤔 A mí me gusta mucho y suelo hacerlo en mi lugar favorito de la casa: el pasillo. Además de correr, hay días que me siento en un extremo y mi mamá, mi mami, pero sobre todo mi abu, se sientan en el otro y nos lanzamos pelotas, carritos o jugamos a los cogíos. A veces también con mis mamás hacemos pasos de gigantes; levantamos los pies bien alto y balanceamos los brazos ampliamente. Otras veces hacemos pasos rápidos y pequeños unos detrás de otros como un trencito. A mí me gusta decir chu-chuuuuu 🚂 y a mamá simular el sonido de los vagones moviéndose sobre las líneas del tren.
Los únicos momentos del día en que no puedo jugar en el pasillo es cuando lo limpian, como hoy. Mi mamá acomodó la escoba en la pared luego de que barrió el cuarto, me dio un besito y me dijo riendo: «Arranca poripallá» y yo salí echando, porque aunque no sé bien lo que significa el «arranca», lo entendí como un claro permiso pa’ mandarme a correr.
📆 Día 5
Hoy no fue día de limpiar el pasillo. ¿Se nota? Este es mi sillón. Bueno, en realidad el mío es más pequeño, pero este me gusta más y aquí me siento a escuchar el tocadiscos. Mi mamá tiene muchos discos. ¡Un día salió de la casa y regresó con una caja que tenía un montón! De esa caja mi preferido es el de Van Van. Lo escucho con mi abu, con mis mamás y también solo, en momentos como estos, mientras me mezo en el sillón.
Otro día una amiga de mamá le regaló todos los discos de su infancia. Esos eran muchos más que los de la otra caja y ahí hay dos que tienen canciones de pececitos que nadan por todo el mundo y de una cangura que se mudó para Cuba que tiene muchas cosas preciosas que trajo de su país pero la más preciosa es su bebé, que lleva a todas partes en su bolsa.
Mi mami una vez me metió en una maleta y mi mama adentro del carrito de buscar los mandados. Yo no sé dónde está la Australia esa, pero he pensado que es posible que yo tenga de canguro.